Apagada está la noche
desde que tú te marchaste,
y moribundas van las estrellas
por el cielo a buscarte.
Crecen hierbas en mi jardín
en los rinconces donde tú plantaste
bellos rosales solo para mi.
Desentona al cantar un pájaro
que apoyado está sobre una rama
en ese árbol donde dirigías a
una orquesta compuesta por hadas.
Vuelan los recuerdos por mi mente
mientras mis ojos se cierran,
pues no quieren ver si no pueden verte.
Compiten la alegría y la nostalgia
por cogerme la mano que aún tengo libre,
pues la otra acaricia el viento
que por ti un día se hizo visible.
"Ha pasado ya la tormenta"
me grita desde lejos mi conciencia,
pero no puedo salir por mi torpeza.
A todo esto que me pasa
solo encuentro una explicación:
"Problemas del Corazón...
...Inseguridades de la Razón"