jueves, 23 de diciembre de 2010

Mientras las gotas de lluvia sigan cayendo trata de no hacerme temblar, intenta no hacerme pensar, porque quiero dejar la mente vacía para luego poderla volver a llenar de ideales de locura, de noches por pintar, de colores brillantes y de sueños que alcanzar.

Mientras las nubes cubran todo el cielo trata de no hacerme olvidar, intenta no hacerme llorar, porque quiero cerrar mis ojos y ponerme a imaginar que el tiempo no ha pasado y que aún te puedo abrazar, que la vida sigue teniendo algún sentido y que volveré a despertar.

Mientras las calles sigan a oscuras trata de no hacerme correr, intenta no hacerme hablar, porque quiero echar a volar en esta noche lúgubre de la mano de tu libertad y juntos tocar las estrellas cuando tus labios me empiecen, lentamente, a rozar.

Mientras las hojas de los árboles bailen en el cielo trata de no hacerme perder, intenta no hacerme ganar, porque quiero simplemente estar, sentir cómo el frío acaricia mi piel y cómo los débiles rayos de sol luchan por hacerme entrar en calor.

Y cuando las gotas de lluvia dejen de caer, el cielo vuelva a ser azul, las calles se tiñan de color y las hojas llenen el suelo, simplemente, dame la mano y recuérdame que, en este frío invierno, sigues a mi lado.

martes, 21 de diciembre de 2010

Creo haber tocado fondo.
Pienso que no hay nada más.
Opino que esto es el final.
Y no me resigno al atardecer.

Sé que la vida es esto: es soñar, es reír, es bailar, es gritar, es saltar, es amar, es volar, es aprender, es ganar, es encontrar, es lograr, es abrazar, es conocer, es salir, es viajar, es besar... es vivir.

Pero también sé que en la vida ha que llorar, hay que perder, hay que olvidar, hay que resignarse, hay que ahogarse, hay que empequeñecerse, hay que sufrir, hay que apechugar, hay que madrugar, hay que abstenerse, hay que callarse...

Pero al final todo nos lleva a la muerte y, si todo sale bien, aunque otro lloren, nosotros sonreiremos.

Vive lo que te toca, aceptando toda pequeña derrota pues la muerte es nuestra gran victoria.

viernes, 17 de diciembre de 2010

He cambiado el rumbo de mi camino una vez más y vuelvo a dudar.
¿Hacia a dónde me guían mis pasos ahora que ya no estás?
Hay una luz en lo alto del cielo que me quiere acompañar por este sin fin de noches que he de despertar.
¿Hasta cuando las podré soportar?

Tu recuerdo se agolpa en mi mente sin dejarme pensar.
¿Tienes intenciones de quedarte a desayunar?
Tantos sueños que construimos ya nunca se harán realidad.
¿Tampoco quieres verme llorar?

Nadie es dueño de lo que siente, sólo de llevarlo más allás.
¿No recuerdas esas noches de soledad?
Nosotros somos las piedras del sendero que nos ha de llevar al final.
¿Necesitas que te diga que te quiero una vez más?

Parece mentira que una efímera vida esté escrita en la eternidad.
¿Piensas que las cosas no van a mejorar?
Perteneces al mundo donde los deseos se entrelazan con la felicidad.
¿Para qué has venido si no te vas a quedar?

Valoras demasiado lo que no puedes dar.
¿Vienes a buscar la sonrisa que no te voy a regalar?
Vestidas están las calles de un color rojo libertad.
¿Ves? Nada tiene un por qué.

Hoy. Tú. Necesitas. Poder. Volar.
Sí, yo también!

jueves, 2 de diciembre de 2010

Si la belleza se crea en un suspiro
la muerte es su esencia.
Donde habite un instante
una nueva vida renace.
Contemplaré la desdicha del cielo
cuando un rayo lo divide en dos.
Me invade un recuerdo nostálgico
de aquella playa anegada de estrellas.


Seremos sólo un instante
Seremos sólo un suspiro
Seremos como el rayo
Seremos como la playa


Gritame al oido que el tiempo se acaba,
el tiempo de esta vida que la muerte me regala.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Soy la lágrima que resbala por tu cara.
Soy la nostalgia que aparece sin ser llamada.
Soy la palabra que se queda estancada.
Soy el paso sobre un suelo que resbala.

Soy hoy y, tal vez, mañana.

Soy la lucha interna que nunca se acaba.
Soy el cabello que con el aire se desmadra.
Soy la dulzura de una caricia en la cama.
Soy un recuerdo que asoma desde el alma.

Soy todo y, tal vez, nada.

Soy el fuego que atraviesa tu mirada.
Soy la lluvia que moja tu almohada.
Soy la rabia que acaba sosegada.
Soy el corazón que marchita tu esperanza.

Soy yo y, tal vez, haya dejado de serlo.