martes, 26 de octubre de 2010

Hola David...
Sé que prometí no volver a escribirte más, pero hoy lo necesito, porque ha pasado ya un año. Un año ya... y la de cosas que te has perdido.
Afortunádamente cuando te recuerdo ya solo sonrió. Sonrió porque me acuerdo de tu sonrisa y de esos ojos que tanto brillaban cuando me mirabas.
La vida empieza a ser como antes, ya no te veo en cada rincón, ni escucho tu voz en sueños, ni estoy sumida en la tristeza. Como puedes ver, esta vez creo que sí lo he superado.
No quería escribirte una carta triste donde solo quedara patente lo complicado que ha sido para mi seguir sin ti, asique me limitaré a reflejar con palabras que en mi día a día el sol vuelve a brillar, y ya casi noto su calor. La Luna ha vuelto a aparecer en el cielo y las estrellas han vuelto a bailar a su alrededor haciendo de la oscuridad un lugar apetecible donde estar.
Hace tiempo me preguntaste algo que me he preguntado yo durante este año muchas veces: "¿qué nos ata a esta vida?". Yo no supe qué responderte, asique opté por callar. Pero hoy te puedo responder, aunque sea tarde para ti. Creo que lo que único que puede atarnos a la vida, sin tener en cuenta lo más importante que son, sin duda, las personas a las que queremos, son las ganas. Las ganas de conocer, de soñar, las ganas de llegar a ser algo que no creemos poder ser, las ganas de compartir la vida con otros, las ganas de agotar lo único que tenemos, nuestro tiempo, e invertirlo en nada, y a la vez en todo. Las ganas de comernos el mundo.
Hoy me he puesto tu sudadera, no pienso quitármela e todo el día. Al ponérmela he sentido tus brazos rodeando mi cuerpo... lo necesitaba tanto a pesar de todo.Me he sentido como en una nube, aunque de sobra sabes que siempre estoy en ellas, divagando y soñando. Cuánto me gusta soñar... y es que, como tú decías: ¿qué es la vida si no un sueño del cual algún día la muerte nos ha de despertar? Tu has despertado, pero en mis sueños sigues siendo el protagonista de esa vida que te arrebataron.

Y otra vez, he vuelto a tropezar en tu nube...=)

lunes, 18 de octubre de 2010

¿Quién sabe? Tal vez la vida sí es esto.
Es esperar a que llegue el invierno con las ganas de frío a flor de piel y que cuando llegue sientas ganas de que el calor del sol te arrope.
Es necesitar un abrazo que nos haga sentir que realmente formamos parte de un mundo al menos y que cuando nos lo brinden no seamos capaces de responderlo.
Es tener ganas de hacer algo cuando no es el momento y que cuando sea el lugar propicio no lo hagamos por vergüenza.
Es estar triste sin saber porqué y que lleguen las lágrimas y estas nos hagan sentir bien.
Es esperar a que la vida pase año tras año hasta que llega el día en el cual te das cuenta de que no eres tú.
¿Quién sabe? Tal vez no es esto.

viernes, 15 de octubre de 2010

Estábamos los dos solos.
El uno al lado del otro.
Solo unos centímetros separaban nuestros cuerpos.
Yo podía sentir su calor. Era consciente de que me miraba con disimulo, creyendo que no me daba cuenta. Podía escuchar su respiración, lenta y profunda, al compás de mi corazón.

Dejábamos atrás horas de risas, palabras descontroladas, silencios ahogados, hierba arrancada,extrañas caricias, estrellas contadas, miradas perdidas, besos condenados.

En un descuido desapareció la luna que nos había embrujado aquella noche. Tal vez fue su embrujo, tal vez el destino... lo único que sé es que aún revivo con nostalgia ese efímero instante.

El cielo empezaba a aclararse y mi cabeza encontró tu hombro. No necesitamos más contacto para creernos solo uno. Y comenzamos a entender.

Fuimos dos extraños decididos a hacer recuerdo de algo tan irrelevante y mundano como es ver salir el sol lejos, allá en el horizonte.

miércoles, 13 de octubre de 2010

He vuelto a ver el sol brillar en un atardecer nublado por las hojas que en primavera caen de los árboles. Y me ha gustado lo que he visto.

Las flores desprendían maravillosos bailes de aromas inconfundibles mientras los pájaros llenaban el cielo con sus enmudecedores giros y cambios de dirección tan repentinos como el amor que nos invade al ver aquello a lo que amamos incondicionalmente.

Una nube se ha detenido un instante cuando el viento más fuerte soplaba y me ha mirado con sus gotas de agua mientras intentaba decirme algo, quería que comprendiese algo, pero no he sabido el qué.

Tal vez que el tiempo pasa muy rápido, tan deprisa que en ocasiones ni nos damos cuenta de ello y que solo nos podemos detener una vez y que, tristemente, solo nos detenemos para mirar lo que no tenemos pero sí queremos.

Deberíamos conformarnos con lo que somos y no aspirar a lo que nunca poseeremos.

Silencio, la vida viene.

viernes, 8 de octubre de 2010

Recuerdo que la luz entró de golpe, provocando dolor en mis ojos.
Los pinchazos en mi cabeza no cesaban.
Sentía las piernas entumecidas y a penas si podía moverlas.
Pero había un foco de energía dentro de mi.

¿De dónde viene tanta fuerza?

Traté de abrir los ojos, pero algo me lo impedía.
Quise tocar mi cara con las manos, pero no las noté.
Chillé tan alto como pude, pero ni yo me escuché.
Y las lágrimas parecían brotar de unas cuencas vacías.

¿Qué es lo que ha pasado?
¿Cómo puede ser tan real?
¿A caso no estaba soñando?
¿Cuándo todo se convirtió en realidad?

Amanezco retorcida entre las sábanas, abrazada a una almohada que ya no quiere saber nada y, a pesar de todo, siento que tus ojos se iluminan al sonreírme.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Soy historia.
La mía, y un poquito de la vuestra.

A cada paso que damos nos hacemos más partícipes de la mortalidad, pues cada segundo que avanzamos es un segundo menos que nos queda de vida, pero también nos hacemos partícipes de la inmortalidad.
La eternidad no es más que el perdurar a través del tiempo, pero nadie especifica cómo.
Cada suspiro, cada palabra, cada acción, cada sentimiento, cada error, cada susurro, cada despertar, cada caída, cada acierto... todo queda en el recuerdo, aunque nunca sepamos en el de quién. Y de cada acto surge una historia con más de un protagonista y más de un ansioso lector u oyente, gracias al cual esa historia no caerá en el olvido y seguirá bailando al compás de los años tratando de alejar de sí eso tan humano que es la ignorancia ante lo ajeno o extraño.
Ya son millones los que son eternidad, los que son historia. ¿Ejemplos? Antonio Machado, Mario Benedetti, Miguel Hernández, Pablo Neruda...

Quiero daros las gracias a todos vosotros, a todos y a cada uno de los que formáis parte de mi vida, sé que unos más y otros un poquito menos, no obstante la gratitud es igual de grande. Y quiero daros las gracias, porque es por vosotros que yo ya soy eternidad.
Gracias por leer mis palabras!

martes, 5 de octubre de 2010

Clavó sus alas en mi la soledad
sin ver que mi suerte iba a cambiar.
Me sirvió la tentación
para despertar mi fuego interior.
Y cambió...
vaya si cambió.

En un trémulo segundo desperté rodeada de inquietudes, de esperanzas y de ilusiones. De miedos y frustraciones, de inverosimilitudes e incongruencias varias, verificando, ante todo, que sí soy humana y, por descontado, patética.

viernes, 1 de octubre de 2010

Suena a lo lejos una canción.
Una película en blanco y negro alumbra la habitación.
El olor a jazmín entra por el balcón.
Y tu risa inunda mi corazón.

Sé que no puedo parar al Sol, por mucha agua que lance al aire.
Nosotros no le apagamos, es él quien nos enciende.

Mi mirada hoy suena a olvido.
Tal vez por todo lo que no hemos vivido.
Mis pasos vuelven por el camino recorrido.
Todo es un sin sentido.

Sé que no puedo crear una Luna, aunque la quiera solo para ti.
Nosotros no la miramos, es ella quien nos hechiza.

He buscado refugio en tu aliento.
Creí haber encontrado la magia hace tan solo un momento.
Deje de lado lo que parecía ser un tormento.
Pero solo eran susurros del viento.

Y cuando miro esa fotografía colgada en tu pared,
sonrío, y no sé porqué.