Algo así me ha pasado a mi.
Soy una persona a la que le cuesta decir lo que siente realmente, lo que le pasa por la cabeza o por el corazón y siempre me he sentido bien escribiendo. Realidades, fantasías, sueños, inquietudes.. Todo vale. Pero dejé de hacerlo y todo cambió. Los problemas empezaron a serlo, las cosas malas parecían no abandonarme, la necesidad de sacar de dentro ciertas cosas hicieron que personas realmente importantes para mi se alejases, se cansasen, se marchasen..
Así que he decidido volver. Abrir de nuevo mi mente a una hoja en blanco y hacer reales los posibles que llevo dentro para sentir la libertad, la fuerza, la entereza y el bienestar que la tranquilidad proporciona.