martes, 7 de agosto de 2012


No soy más que un punto perdido entre la nada y el todo.
Un mísero grano de arena en una inmensa playa de rocas.
No soy más que una gota de lluvia que cae lenta desde la nube negra.
Un pequeño punto titilante en el infinito firmamento.
No soy más que un instante de viento que desmorona tus cabellos y, tal vez, tus pensamientos.
Una pequeña semilla que cae del fruto al suelo, esperando llegar a ser árbol.

Y tú no eres más que yo.

No eres más que un punto perdido entre la nada y el todo.
Un mísero grano de arena en una inmensa playa de rocas.
No eres más que una gota de lluvia que cae lenta desde la nube negra.
Un pequeño punto titilante en el infinito firmamento.
No eres más que un instante de viento que desmorona mis cabellos y, tal vez, mis pensamientos.
Una pequeña semilla que cae del fruto al suelo, esperando llegar a ser árbol.

Y nadie es más que tú.

Pero las cosas pueden cambiar, las podemos cambiar... sólo si queremos.

Podemos ser la nada y a la vez el todo.
Podemos ser una inmensa playa de granos de arena, que venzan a las rocas.
Podemos ser la lluvia que riega campos y que moja grises ciudades.
Podemos ser las estrellas que hacen infinito el firmamento.
Podemos ser el viento que hace al árbol mecerse.
Podemos ser el mayor bosque de altos árboles.

Y nadie nos lo puede impedir.
No si de verdad queremos.
No si de verdad nos lo creemos.
Pero necesitamos de todos para hacerlo posible, pues sino, el bosque, el viento, el firmamento, la lluvia y la playa no serían lo mismo.

¿Qué sería de la playa sin ese granito de arena que te queda entre los dedos del pie, aún cuando te los has limpiado?
¿Qué sería de la lluvia sin esa primera gota que te moja la cara y te hace mirar al cielo y, a veces, hasta sonreír?
¿Qué sería del firmamento sin esa estrella que, a veces, parece brillar sólo para nosotros?
¿Qué sería del viento sin esa ráfaga que aleja los malos pensamientos?
¿Qué sería del bosque sin ese árbol en el que te apoyas para recuperar el aliento o, simplemente, para meditar?

Juntos, podemos serlo todo.

Solos, nos quedamos en la nada.